Disbiosis y nutrición en la esteatosis hepática:

abordando el desafío no reconocido del sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO)

 

hígado graso

 

Dysbiosis and nutrition in steatotic liver disease: addressing the unrecognized small intestinal bacterial overgrowth (SIBO) challenge.

Stachowska, E., Gudan, A., Mańkowska-Wierzbicka, D., Liebe, R., & Krawczyk, M. (2024). Dysbiosis and nutrition in steatotic liver disease: addressing the unrecognized small intestinal bacterial overgrowth (SIBO) challenge. Internal and emergency medicine19(5), 1229–1234.

 

La esteatosis hepática se caracteriza por la acumulación de grasa hepática, que puede causar consecuencias importantes como el deterioro de la función hepática. En la actualidad, se carece de medicamentos para el tratamiento de esta patología, y las recomendaciones terapéuticas para los pacientes incluyen una dieta hipocalórica, pérdida de peso y actividad física. En particular, la dieta mediterránea se recomienda con frecuencia. Sin embargo, esta dieta podría exacerbar los problemas intestinales en un subconjunto de pacientes con sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) coexistente.

Estudios previos han reportado que el SIBO es más predominante en pacientes con hígado graso que en individuos sanos. Los hallazgos de esta investigación han puesto de manifiesto un reto relacionado con la terapia nutricional en pacientes con hígado graso que también padecen SIBO, en la medida en que el SIBO induce varios fenómenos (como hinchazón o dolor abdominal) que pueden afectar negativamente a la calidad de vida de los pacientes y pueden verse propiciados por la dieta mediterránea. Esto puede disminuir la adherencia del paciente a la intervención.

Como solución, en este estudio se sugiere introducir diagnósticos adicionales (por ejemplo, una prueba de aliento) en pacientes con esteatosis hepática que presentan síntomas compatibles con el SIBO. El siguiente paso es modificar sus dietas temporalmente, comenzando con varias semanas de exclusión alimentaria. Esto implicaría restringir los productos ricos en azúcares fermentables y polioles, al mismo tiempo que se trata el sobrecrecimiento bacteriano.  

En resumen, mientras que la dieta mediterránea hipocalórica es beneficiosa para los pacientes con hígado graso, aquellos con SIBO coexistente pueden experimentar síntomas exacerbados. Es vital considerar diagnósticos adicionales y modificaciones dietéticas para este subconjunto de pacientes para abordar la salud hepática e intestinal al mismo tiempo.

 

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