La microbiota fecal se asocia con manifestaciones extraintestinales en la enfermedad inflamatoria intestinal
Fecal microbiota is associated with extraintestinal manifestations in inflammatory bowel disease.
Hertz, Sandra, et al. «Fecal microbiota is associated with extraintestinal manifestations in inflammatory bowel disease.» Annals of Medicine 56.1 (2024): 2338244.
Hasta el 50% de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) desarrollan manifestaciones extraintestinales (MEI), que incluyen afecciones inflamatorias como artritis, uveítis, eritema, psoriasis, o hepatitis autoinmune, entre muchas otras. Estas MEI pueden reducir drásticamente la calidad de vida e incluso causar complicaciones graves, como insuficiencia hepática. Su diagnóstico es complejo debido a la inespecificidad de los síntomas y su solapamiento con otras enfermedades, lo que dificulta el manejo clínico.
Aunque se han logrado avances en comprender la EII, en la que los factores genéticos, ambientales y microbiota intestinal juegan un papel clave, los mecanismos que originan las MEI siguen siendo desconocidos. Sin embargo, una microbiota intestinal caracterizada por menor diversidad y alteraciones en especies clave como Faecalibacterium prausnitzii y Roseburia spp., parece estar involucrada. Algunos estudios han encontrado que los pacientes con EII pueden agruparse según la composición de su microbiota, mostrando diferencias en la gravedad de la enfermedad y en la presencia de MEI. Además, casos como el desarrollo de MEI tras un trasplante fecal en un paciente con infección por Clostridioides difficile apoyan esta conexión.
Más allá del intestino, el metaboloma microbiano puede influir en órganos distantes como cerebro y pulmones, lo que sugiere un mecanismo para los efectos extraintestinales de la microbiota. Por ejemplo, pacientes con EII y colangitis esclerosante primaria presentan una microbiota intestinal distinta comparada con aquellos sin esta afección, y enfermedades como la espondiloartritis o uveítis comparten patrones microbianos similares con la EII.
En este estudio, se encontró que pacientes con EII y MEI presentan mayor intensidad de la enfermedad, mayor índice de masa corporal, niveles elevados de calprotectina fecal y aumento de monocitos y neutrófilos en sangre. Además, su microbiota mostró menor diversidad y diferencias en su composición, con una reducción de bacterias beneficiosas como Agathobacter y Blautia, e incremento de Eggerthella lenta. Estas alteraciones sugieren que la microbiota intestinal podría jugar un papel relevante en la aparición de las MEI, destacando la necesidad de profundizar en su estudio.