H2S INTESTINAL ¿SIBO DE SULFURO?

En el post anterior, ya vimos cómo la microbiota de nuestro intestino es capaz de fermentar los carbohidratos que llegan con la dieta y producir varios metabolitos, entre ellos, gases de hidrógeno, metano y dióxido de carbono.

La prueba de aire espirado o test de aliento es la prueba diagnóstica más útil para examinar la producción de estos tres gases por las bacterias y/o Archaeas que colonizan nuestro intestino, y es la más usada para diagnosticar correctamente el sobrecrecimiento bacteriano (SIBO).

Sin embargo, algunos pacientes con sintomatología de SIBO, como distensión abdominal, flatulencias, diarrea, etc., al realizar el test de aliento tienen un resultado negativo, es decir, no se detecta un incremento anormal ni de hidrógeno ni de metano durante los 90 primeros minutos del test (mientras el sustrato pasa por el intestino delgado). Es más, puede incluso haber valores anormalmente bajos o nulos de producción de hidrógeno y/o metano en el colon. Recordemos que, en individuos sanos sin SIBO, el sustrato pasa intacto a través del intestino delgado y llega al colon, donde es fermentado por la microbiota, por lo que, de forma natural, se produce un incremento de gases. Y, a pesar de ello, durante la prueba manifiestan síntomas compatibles con SIBO.

Esto puede deberse a un cuarto gas, el sulfuro de hidrógeno (H2S). Este gas es producido por algunas bacterias del intestino que consumen el hidrógeno producido por la microbiota adyacente para generarlo. En el H2S SIBO, las bacterias productoras de sulfuro de hidrógeno compiten con las bacterias productoras de metano en el consumo del hidrógeno. Por tanto, los niveles de hidrógeno pasan a ser muy bajos o indetectables, y los de metano no se incrementan tanto como si las Archaeas no tuvieran competencia. Por tanto, el resultado del test de aliento para el diagnóstico de SIBO parecería negativo.

Estos pacientes generalmente manifiestan diarrea y flatulencias con un olor característico de huevo podrido. Así, si bien no existen en la actualidad tests diagnósticos que detecten este gas, la valoración en conjunto del resultado de la prueba, junto con la sintomatología que ha manifestado el paciente durante la misma, así como la sintomatología previa del paciente, permiten llegar a un diagnóstico.

El azufre es uno de los tres elementos más importante y abundantes, junto con el fósforo y el hierro, dentro de nuestro cuerpo. Entre sus funciones podemos encontrar la formación de aminoácidos, de colágeno, es componente de la queratina… El H2S desempeña un papel importante en la capacidad de nuestro cuerpo para responder a patógenos extraños mediante la regulación de la inflamación, también participa en la formación de la memoria, cognición, energía y motilidad intestinal entre otros. De hecho, hay trastornos debidos al déficit de azufre como son la artritis, el acné, la psoriasis, eczemas…

Por el contrario, una elevada cantidad de H2S, provoca problemas como son la niebla mental, problemas de memoria, enrojecimiento, y fatiga. Reducir la ingesta de alimentos con azufre, como ajo, cebolla, crucíferas o huevo, ayuda al cuerpo a desintoxicarse de la sobreproducción por las bacterias intestinales.

De nuevo, queremos remarcar la importancia de un correcto diagnóstico del sobrecrecimiento bacteriano, y de valorar en conjunto los resultados de la prueba y la sintomatología del paciente, para abordar la patología de la manera más efectiva.

 

Primera parte del artículo en https://isomed.com/entendiendo-gases-intestinales/