Los probióticos son suplementos nutricionales que pueden causar un efecto preventivo o beneficioso en las enfermedades de origen viral.

La microbiota intestinal actúa sobre la inmunidad sistémica y las defensas pulmonares a través de denominado eje intestino-pulmón previniendo o disminuyendo la severidad de las infecciones respiratorias de origen viral previniendo las infecciones secundarias.

El tubo digestivo y el árbol respiratorio comparten muchos factores estructurales y biológicos (incluyendo la mucosa). Además, presentan un comportamiento microbiano similar.

Las células del sistema inmune viajan del intestino al pulmón a través del sistema mucoso común. De manera que, el desequilibrio de la inmunidad intestinal por una disbiosis altera la respuesta inmune pulmonar.

 

MICROBIOTA INTESTINAL

La microbiota intestinal afecta a la respuesta inflamatoria sistémica al modular diversas vías inmunes y producir ácidos grasos de cadena corta con efectos locales y sistémicos.

La disbiosis causa translocación bacteriana, de endotoxinas, metabolitos y de citoquinas en la circulación sistémica transportándolos a órganos sistémicos como el pulmón de la misma manera que una inflamación respiratoria causa disbiosis local y translocación de metabolitos bacterianos y toxinas a otros órganos como el intestino.

Los cambios fisiológicos en la microbiota humana con la edad producen disbiosis y menor diversidad en la composición bacteriana que se agrava cuando hay comorbilidades (obesidad, diabetes, hipertensión o enfermedad inflamatoria intestinal). Por eso, para establecer nuevamente la eubiosis se necesita, entre otras cosas, la administración probióticos.

Como hemos comentado anteriormente, los metabolitos, como los ácidos grasos de cadena corta, viajan del intestino al pulmón produciendo la activación de la respuesta inmune respiratoria protegiendo al huésped de la aparición de la infección respiratoria.

La ausencia de bacterias produce una disminución de respuesta inmune innata y adaptativa a nivel local y sistémico causando infecciones virales y bacterianas graves.

La interacción entre el pulmón e intestino es bilateral y la inflamación de cualquier origen en el pulmón produce cambios importantes en la microbiota intestinal.

Por otro lado, si se administran antibióticos que desequilibren la flora probiótica del cuerpo, la infección por virus como el influenza, empeora.

 

PROBIÓTICOS EN INFECCIONES POR CORONAVIRUS

Lactobacillus y Bifidobacterium son los principales probióticos que pueden ser utilizados para combatir la infección por SARS-CoV2 ya que presentan un efecto antiinflamatorio.

Se recomienda utilizar probióticos y sus metabolitos (AGCC) para favorecer la inmunidad como estrategia coadyuvante contra complicaciones en los pacientes con COVID.

En conclusión, gracias a sus efectos antiinflamatorios, los probióticos producen una mejora de las infecciones virales con gran eficacia.